Back to top

Monolito primer avión del Uruguay

El 26 de agosto de 1910 en el Campo de Maniobras del Regimiento de Artillería Nº1, actual cruce de la calle Alejandro Gallinal y Camino Carrasco (Carrasco Norte), un avión piloteado por un uruguayo logró elevarse entre dos y tres metros del suelo, recorriendo aproximadamente unos 200 metros de distancia.

P { margin-bottom: 0.21c

Piloteado por Enrique Martínez Velazco y construido con el apoyo económico de los hermanos Rodolfo, Carlos, y Armando Escofet, es considerado por muchos como el primer avión del Uruguay, pese a que pilotos de nuestro país ya habían volado en el exterior y otros habían tenido varios intentos (fallidos) de volar en cielo local.

La hazaña fue el 26 de agosto de 1910 en el Campo de Maniobras del Regimiento de Artillería Nº1 (hoy en dia el cruce de las calles Gallinal y Camino Carrasco), marcado actualmente con un monolito de piedra en honor al histórico hecho. La aeronave logró elevarse entre dos y tres metros del suelo, recorriendo aproximadamente unos 200 metros de distancia.

Según periodistas que asistieron a la prueba, Martínez Velazco –que en aquel momento era un joven estudiante de ingeniería- descubrió mientras estaba en el aire que se había desprendido la caja que contenía el acumulador y la bobina del motor, por lo que realizó un aterrizaje forzoso que le costó una fractura de costilla y traumatismo de cráneo.

En 1964, ya con 74 años, Martínez Velazco dijo en una entrevista al diario El Día “Yo leía en revistas francesas la información de lo que estaba ocurriendo en materia de vuelos con los primeros aparatos y poco a poco me fui entusiasmando. Hasta que un día no se cómo me nació la idea de hacer aquí en nuestro país, uno de esos artefactos y enseguida me puse en camino. Me junté con unos amigos, era 1909, es decir tres años después de que el vuelo de Santos Dumont con su 14 Bis atravesara el cruce de la Mancha y a los jóvenes de entonces no nos quedó duda de que la aviación era una realidad. Yo vivía en la calle Sierra (hoy Fernández Crespo) y Asunción. Era estudiante y tenía 20 años. Frente a mi casa tenía un puñado de amigos entre ellos los hermanos Escofet. A tres de ellos, Armando, Rodolfo y Carlos, les hablé para que me acompañaran en la construcción de un avión. A nosotros se agregó un joven francés Henri Desroziers, que usaba una barba muy pintoresca. Entre todos y utilizando como referencias unas fotos que habían aparecido hicimos un biplano al que llamamos Escofet I. No llegamos a volar nunca con él porque tenía algunos defectos. Pero al año siguiente ya con más experiencia hicimos otro aparato que nos conformó, al cual bautizamos Escofet II (…) No alcanzaba a pesar trescientos kilos y estaba construido con madera, tela y tensores de alambre. El motor era un Anzani de 25 hp. Entonces nos decidimos a volarlo”.

*La entrevista aparece citada por el investigador Juan Maruri en el artículo “Centenario de los primeros vuelos en avión en Uruguay¨.